Algún día debería
agradecerles cada momento invertido conmigo, cada segundo de magia sin trucos,
cada día impagable entregando todo y más de lo que podían darme, pagando un
precio muy alto en plazos más o menos largos, el adiós, la decepción, mis
cambios de humor o de amor, de número, de atención, de horarios, color de
pelo...
Gracias.
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario